En un instante, lo que parecía un momento de diversión se convirtió en una pesadilla para una familia en Querétaro. En el municipio de Pinal de Amoles, un vehículo cayó por un barranco de 600 metros de profundidad, dejando a todos en shock. El incidente ocurrió en un lugar conocido por sus vistas impresionantes, pero también por su terreno peligroso.
La familia había decidido detenerse en el kilómetro 125 de la carretera federal 120. Su plan era sencillo: bajar del auto, tomar una fotografía y disfrutar del paisaje montañoso que atrae a tantos turistas. Sin embargo, la tragedia estuvo a punto de golpear cuando el vehículo comenzó a moverse sin control.
Según los reportes iniciales, el conductor olvidó poner el freno de mano. Este descuido hizo que el auto, sin nadie dentro, se deslizara por la pendiente. En cuestión de segundos, el vehículo se precipitó al fondo del barranco, dejando a la familia sin su medio de transporte y con el corazón en la mano.
Por fortuna, nadie estaba dentro del auto al momento del accidente. Los ocupantes, que habían bajado para tomarse la foto, se salvaron de lo que pudo haber sido una tragedia mortal. El alivio de estar a salvo no evitó el impacto emocional de ver su vehículo destruido en el fondo del precipicio.
El lugar donde ocurrió el incidente es conocido por su belleza natural, pero también por su geografía accidentada. La carretera federal 120, que cruza por Pinal de Amoles, es un punto frecuente para los visitantes que buscan capturar la majestuosidad de la Sierra Gorda. Sin embargo, este evento pone en evidencia los riesgos de no tomar precauciones.
Las autoridades locales acudieron al lugar para evaluar la situación. Bomberos y personal de Protección Civil confirmaron que no había heridos, pero el vehículo quedó inservible. La recuperación del auto será una tarea complicada debido a la profundidad del barranco y las condiciones del terreno.
Este incidente sirve como un recordatorio de la importancia de la seguridad al viajar. Un simple descuido, como no activar el freno de mano, puede tener consecuencias devastadoras, especialmente en zonas con pendientes pronunciadas. La familia, aunque ilesa, seguramente no olvidará esta experiencia.
La carretera federal 120 seguirá siendo un atractivo para los amantes de los paisajes, pero este caso destaca la necesidad de extremar cuidados. Las vistas panorámicas no deben distraer de las medidas básicas de precaución que pueden salvar vidas.