Un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Azcapotzalco, ha desatado una crisis al tomar las instalaciones del campus y declarar un paro indefinido que comenzó el lunes 21 de abril a las 17:00 horas. La acción, que ha paralizado las actividades académicas, responde a la falta de respuestas de las autoridades universitarias ante una serie de demandas estudiantiles.
La decisión se tomó tras una asamblea convocada por los alumnos, donde exigieron soluciones a problemas que han sido ignorados por la administración. Entre las principales quejas se encuentra la mala infraestructura de las instalaciones, que, según los estudiantes, pone en riesgo su seguridad y bienestar. Los inconformes aseguran que las autoridades han mostrado indiferencia ante estas carencias.
Otro punto crítico es la falta de atención a problemas de violencia de género. Los estudiantes han denunciado que las autoridades no han implementado medidas efectivas para garantizar un entorno seguro, especialmente para las mujeres. Esta situación ha generado un profundo malestar en la comunidad estudiantil, que busca presionar por cambios inmediatos.
La salud mental es otra de las preocupaciones centrales. Los alumnos han señalado que la universidad no cuenta con programas adecuados para atender las necesidades psicológicas de los estudiantes. Esta carencia, combinada con el resto de los problemas, ha llevado a la comunidad a exigir un cambio estructural en la gestión de la UAM Azcapotzalco.
La gota que derramó el vaso fue la aprobación de un nuevo instructivo de seguridad por parte del Consejo Académico. Los estudiantes consideran que este reglamento restringe su derecho a la protesta y criminaliza su organización. Algunos incluso han denunciado que el documento incluye artículos que podrían derivar en abusos de autoridad.
A través de un comunicado, la UAM Azcapotzalco expresó su disposición al diálogo para llegar a un acuerdo que beneficie a la comunidad. Sin embargo, los estudiantes han dejado claro que no levantarán el paro hasta que sus demandas sean atendidas de manera concreta. La tensión entre ambas partes sigue en aumento.
El paro ha generado un impacto significativo en la vida académica del campus. Clases suspendidas, actividades administrativas detenidas y un ambiente de incertidumbre predominan en la universidad. Los alumnos han comenzado a organizarse para sostener la protesta, solicitando víveres y apoyo de la comunidad.
La situación en la UAM Azcapotzalco refleja un problema más amplio en las instituciones educativas del país, donde las demandas estudiantiles chocan con la burocracia. Mientras las autoridades no ofrezcan soluciones claras, el paro indefinido continuará, dejando en el aire el futuro inmediato de miles de estudiantes.