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Migrantes venezolanos intensifican protestas en Chiapas por vuelos de repatriación negados

Cientos de migrantes venezolanos han tomado las calles de Tapachula, Chiapas, para exigir vuelos humanitarios que les permitan regresar a su país. Las protestas, que se han intensificado en los últimos días, se concentran frente a la estación migratoria Siglo XXI, donde los manifestantes denuncian la falta de respuesta de las autoridades venezolanas y mexicanas.
Los venezolanos, varados en la frontera sur de México, aseguran que las políticas migratorias endurecidas por el presidente estadounidense Donald Trump los dejaron sin opciones. La eliminación de la aplicación CBP One, que permitía solicitar asilo en Estados Unidos, ha obligado a muchos a reconsiderar sus planes, optando por volver a Venezuela.
Según los manifestantes, cerca de 2,000 venezolanos en Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y Ciudad de México buscan ser repatriados. Sin embargo, denuncian que el gobierno de Nicolás Maduro no ha gestionado los vuelos necesarios, a pesar de que la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, afirmó que estos ya se reactivaron.
Mujeres y personas de la tercera edad lideran las manifestaciones, portando pancartas con mensajes como “Queremos regresar a nuestro país” y “Ayuda, aviones Tapachula”. La desesperación crece entre los migrantes, quienes enfrentan condiciones precarias, falta de empleo y altos costos de vida en la región.
Greta Guevara, una migrante venezolana, relató que regresar por su cuenta cuesta alrededor de 1,000 dólares, una suma inalcanzable para la mayoría, especialmente porque muchos carecen de pasaporte vigente. Además, denunció que las autoridades migratorias mexicanas detienen a quienes intentan viajar a Ciudad de México, donde han salido algunos vuelos de repatriación.
Junior Ramos, otro manifestante, pidió a Maduro enviar un vuelo humanitario para las personas censadas y aquellas con niños nacidos en otros países. La falta de recursos y la inseguridad en la zona fronteriza agravan la situación, haciendo insostenible la permanencia en México.
A pesar de las promesas de Sheinbaum, los migrantes señalan una falta de coordinación entre los gobiernos de México y Venezuela. Mientras tanto, las protestas continúan, con plantones que buscan visibilizar su situación y presionar por una solución inmediata.
El flujo migratorio en la frontera sur de México ha disminuido desde la llegada de Trump, pero los venezolanos varados enfrentan un limbo migratorio. La esperanza de volver a casa se desvanece ante la lentitud de los trámites y la incertidumbre sobre los vuelos humanitarios.

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