El gobierno de Claudia Sheinbaum se enfrenta al Fondo Monetario Internacional tras un pronóstico que sacude las expectativas económicas. Mientras el FMI anticipa una contracción del 0.5% en el Producto Interno Bruto de México para 2025, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público insiste en que la economía crecerá entre un 2% y un 3%. Esta discrepancia ha desatado un intenso debate sobre el rumbo económico del país.
Durante la conferencia matutina del 22 de abril, la presidenta Sheinbaum expresó su confianza en las proyecciones oficiales, respaldadas por el titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O. Según la mandataria, los cálculos del gobierno se basan en datos sólidos que reflejan un panorama positivo para México, a pesar de los desafíos externos como los aranceles impuestos por Estados Unidos.
El FMI, por su parte, justifica su pronóstico con el impacto de las políticas comerciales de Donald Trump, quien ha amenazado con imponer aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas. Este escenario, según el organismo, afectaría gravemente el comercio y la inversión, llevando a México a una recesión en 2025. Además, el FMI recortó su estimación de crecimiento para 2026, pasando de un 2% a un 1.4%.
La Secretaría de Hacienda no comparte este pesimismo. Ramírez de la O argumentó que el gobierno ha implementado medidas para fortalecer la economía interna, como el impulso a la inversión pública y el apoyo a sectores estratégicos. Según el funcionario, estas acciones permitirán mantener un crecimiento sostenido, incluso frente a las turbulencias internacionales.
El contraste entre las visiones no es nuevo. En 2020, el expresidente Andrés Manuel López Obrador calificó de “muy pesimista” un pronóstico similar del FMI, que anticipaba una caída del 10.5% en el PIB mexicano. En aquella ocasión, López Obrador afirmó que la recuperación sería más rápida de lo esperado, una postura que ahora parece resonar en el discurso de Sheinbaum.
Analistas económicos han señalado que la incertidumbre global, incluyendo la posible escalada de tensiones comerciales con Estados Unidos, representa un riesgo real. Sin embargo, algunos expertos consideran que el gobierno podría mitigar estos efectos con políticas fiscales más robustas y una estrategia clara para diversificar los mercados de exportación.
El FMI también destacó que la inflación global y las políticas monetarias restrictivas en economías avanzadas podrían agravar la situación. En el caso de México, el organismo advierte que el endurecimiento de las condiciones financieras y la desaceleración en el consumo interno son factores que podrían limitar el crecimiento en los próximos años.
Mientras tanto, el gobierno de Morena insiste en su narrativa optimista. Sheinbaum subrayó que México está preparado para enfrentar los retos económicos con una visión de soberanía y desarrollo interno. Sin embargo, la falta de consenso con el FMI genera dudas sobre la viabilidad de estas proyecciones en un entorno global cada vez más incierto.
La discusión entre el gobierno y el FMI pone en el centro la capacidad de México para sortear las adversidades económicas. Con un 2025 que se perfila como un año clave, las decisiones de la administración de Sheinbaum serán cruciales para determinar si el país logra el crecimiento prometido o cae en la recesión que el organismo internacional teme.

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¡Gobierno de México desafía al FMI! Pronostican crecimiento mientras el organismo alerta sobre una recesión en 2025
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