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Fallece el Papa Francisco, el hincha más apasionado de San Lorenzo que soñaba con un futbol de paz

El mundo del futbol y la fe despiden a Jorge Mario Bergoglio, conocido como el Papa Francisco, quien dejó una huella imborrable tanto en la Iglesia como en las gradas de San Lorenzo de Almagro. Su muerte, confirmada el 21 de abril de 2025, cierra un capítulo de pasión deportiva y compromiso espiritual que marcó a millones.
Desde su infancia en Argentina, Francisco encontró en el futbol una fuente de alegría y unión. Su amor por San Lorenzo, el club del que fue socio centenario, comenzó en 1946, cuando el equipo conquistó el título argentino. Aquellos recuerdos de infancia, en el estadio Gasómetro, lo acompañaron toda su vida.
El Papa no solo fue un aficionado, sino un símbolo de los valores del deporte. Recordaba con cariño los partidos con una pelota de trapo en las plazas de su barrio, donde la creatividad y la camaradería prevalecían sobre la falta de recursos. Para él, el futbol era más que un juego: era una escuela de vida.
Francisco también destacó por su humildad al hablar de sus habilidades en la cancha. Se describía como un “pata dura”, un jugador poco habilidoso que terminaba de arquero. Sin embargo, veía en ese rol una metáfora de la vida, donde la preparación y la resiliencia son clave para enfrentar desafíos.
Su devoción por San Lorenzo no pasó desapercibida. El club lo reconoció como socio número 88,235, y él atesoraba una foto del equipo campeón de 1946. Incluso en el Vaticano, su pasión por el futbol seguía viva, celebrando los triunfos de su equipo y promoviendo el deporte como herramienta de unión.
Más allá de su amor por San Lorenzo, Francisco soñaba con un futbol que promoviera la paz. Impulsó iniciativas como el Partido por la Paz, un evento que reunió a estrellas del balompié para recaudar fondos y enviar un mensaje de fraternidad en un mundo dividido.
El Papa también mostró su conexión con otros equipos, como Boca Juniors, al firmar un convenio con su fundación Scholas Occurrentes. Sin embargo, su corazón siempre perteneció a San Lorenzo, un amor que expresó con nostalgia y orgullo en cada entrevista.
Su legado trasciende el futbol. Francisco fue un líder que acercó la Iglesia a la gente, usando el deporte como un puente para hablar de valores universales. Su muerte deja un vacío, pero su mensaje de unidad y pasión sigue resonando en cada cancha y cada corazón.

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