Tras la muerte del Papa Francisco, el mundo católico fija su mirada en el Vaticano, donde se prepara un cónclave histórico para elegir al próximo líder de la Iglesia. Entre los 135 cardenales electores, dos mexicanos destacan: Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega. Ambos, menores de 80 años, tienen derecho a votar y podrían ser considerados para ocupar el trono de San Pedro.
Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, es una figura clave en la Iglesia nacional. Nacido en Tepic, Nayarit, en 1950, ha escalado posiciones desde su ordenación como sacerdote en 1973. Su trayectoria incluye roles como obispo de Texcoco, arzobispo de Tlalnepantla y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano. En 2016, el Papa Francisco lo nombró cardenal, consolidando su influencia.
Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, también lleva una carrera destacada. Originario de Mascota, Jalisco, y nacido en 1949, fue ordenado sacerdote en 1976. Ha ocupado cargos como obispo auxiliar de Toluca y arzobispo de Monterrey, antes de ser nombrado cardenal por Benedicto XVI en 2007. Su experiencia lo posiciona como un actor relevante en el cónclave.
El cónclave, que se realizará en la Capilla Sixtina, reúne a cardenales de 94 países, reflejando la visión de Francisco de una Iglesia más global. De los 135 electores, 80% fueron nombrados por el fallecido Papa, lo que podría influir en la elección. Sin embargo, las divisiones entre facciones progresistas y conservadoras prometen un proceso complejo.
México cuenta con seis cardenales en el Colegio Cardenalicio, pero solo Aguiar Retes y Robles Ortega cumplen el requisito de edad para participar. Otros, como Felipe Arizmendi Esquivel, Juan Sandoval Íñiguez y Norberto Rivera Carrera, superan los 80 años, lo que les impide votar o ser elegidos.
El proceso del cónclave es riguroso. Los cardenales votan en sesiones secretas, y se requiere una mayoría de dos tercios para elegir al nuevo Papa. Cada ronda de votación termina con la quema de las papeletas: humo negro indica que no hay consenso; humo blanco señala la elección del nuevo pontífice.
La presencia de Aguiar Retes y Robles Ortega en el cónclave resalta la relevancia de México en la Iglesia global. Ambos han defendido posturas moderadas, alineadas con la visión de Francisco, promoviendo el diálogo y evitando extremos. Su participación podría influir en la dirección futura de la Iglesia.
Este cónclave será el más internacional de la historia, con 24 cardenales latinoamericanos, 55 europeos, 25 asiáticos y 18 africanos. La elección definirá no solo al próximo Papa, sino el rumbo de una institución que enfrenta retos como la secularización y la diversidad cultural.
La muerte de Francisco, a los 88 años, ha generado reacciones en México. El arzobispo Aguiar Retes convocó a una eucaristía en su memoria, mientras la presidenta Claudia Sheinbaum expresó condolencias, destacando el legado de una Iglesia más inclusiva.
El mundo espera el resultado de este cónclave, donde los cardenales mexicanos podrían dejar una marca histórica. La posibilidad, aunque remota, de un Papa mexicano mantiene la atención en Aguiar Retes y Robles Ortega, figuras que representan el peso de México en el catolicismo global.

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Cardenales mexicanos en el centro del Vaticano: ¿Un nuevo Papa desde México?
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