Funcionarios del gobierno de Donald Trump salieron a los medios para defender las recientes políticas arancelarias, que han generado fuertes turbulencias en los mercados financieros globales. Tras una semana marcada por la incertidumbre, los asesores del presidente buscan proyectar confianza, aunque sus mensajes reflejan una narrativa que ha cambiado desde las promesas de campaña de 2024.
Durante su campaña, Trump aseguró que sus medidas económicas traerían un impulso inmediato y precios más bajos para los consumidores estadounidenses. Sin embargo, los ajustes en los aranceles, que incluyen tasas de hasta el 10% en importaciones de numerosos países, han generado una reacción negativa en Wall Street y bolsas internacionales, con pérdidas significativas en pocos días.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, destacó la importancia de estas medidas para la seguridad nacional, argumentando que Estados Unidos debe recuperar su capacidad de producir bienes esenciales como medicamentos y acero. En entrevistas televisivas, Lutnick evitó responder preguntas sobre el impacto en productos de consumo cotidiano, como ropa o calzado, que podrían encarecerse.
Por su parte, Kevin Hassett, director del Consejo Económico de la Casa Blanca, afirmó que más de 50 países ya están negociando con Estados Unidos para evitar las tarifas más altas, programadas para entrar en vigor el 9 de abril. Sin embargo, no proporcionó nombres específicos, lo que ha generado escepticismo entre analistas.
Peter Navarro, asesor comercial de Trump, mencionó que naciones como Reino Unido, Japón, India y la Unión Europea están en conversaciones activas con el representante comercial Jamieson Greer. A pesar de estas negociaciones, Navarro insistió en que no habrá exenciones permanentes, contradiciendo reportes de que productos electrónicos, como teléfonos y computadoras, podrían quedar fuera de los aranceles.
La Casa Blanca ha pausado temporalmente algunos de los aranceles más severos, otorgando un plazo de 90 días para alcanzar acuerdos comerciales. Esta decisión se tomó tras una caída abrupta en los mercados, que algunos analistas describen como la peor desde la pandemia de 2020, lo que obligó al gobierno a reconsiderar su estrategia.
A pesar de los esfuerzos por calmar a inversionistas y consumidores, las contradicciones en el discurso de Trump han generado confusión. En redes sociales, el presidente afirmó que no habrá excepciones arancelarias, aunque la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza anunció que ciertos electrónicos estarán exentos a partir del 5 de abril.
La situación con China permanece tensa, ya que las negociaciones con este país aún no han comenzado, y los aranceles contra productos chinos han escalado hasta el 125%. Esta escalada ha provocado una respuesta de Beijing, que elevó sus propias tarifas, aumentando el temor a una guerra comercial global.
Mientras los funcionarios de Trump insisten en que los aranceles impulsarán la manufactura estadounidense, economistas advierten que los consumidores podrían enfrentar precios más altos en productos básicos. La incertidumbre sigue dominando, y los mercados permanecen atentos a las próximas negociaciones internacionales.

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TENSION EN LOS MERCADOS: EL EQUIPO DE TRUMP INTENTA CALMAR LAS AGUAS TRAS ARANCELES QUE SACUDEN AL MUNDO
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