El Liverpool está a punto de coronarse campeón de la Premier League tras una victoria clave por 1-0 contra el Leicester City. Un golazo de Trent Alexander-Arnold al minuto 76 sentenció el partido y acercó a los Reds al título que tanto anhelan.
Mientras tanto, el Leicester City, aquel equipo que sorprendió al mundo al ganar la Premier en 2016, confirmó su descenso a la Championship. La derrota ante el Liverpool fue el golpe final para los Foxes, que no lograron revertir una temporada plagada de dificultades.
El partido, disputado en el King Power Stadium, mostró a un Liverpool dominante, aunque el marcador no reflejó del todo su superioridad. Los Reds controlaron la posesión y generaron varias oportunidades, pero la falta de puntería mantuvo el suspense hasta el gol decisivo.
Alexander-Arnold, con un disparo preciso desde fuera del área, se convirtió en el héroe de la noche. Su tanto no solo aseguró los tres puntos, sino que también dejó al Liverpool con 79 puntos, 13 más que el Arsenal, su más cercano perseguidor.
Por su parte, el Leicester, con apenas 18 puntos, no pudo evitar el destino que parecía inevitable. A pesar de algunos destellos de lucha, los dirigidos por Ruud van Nistelrooy no encontraron la fórmula para salir del fondo de la tabla.
El contraste entre ambos equipos no podría ser más evidente. Liverpool, bajo la dirección de Arne Slot, ha mostrado consistencia y calidad, liderado por figuras como Mohamed Salah, quien aunque no marcó esta vez, sigue siendo el alma del equipo.
El Leicester, en cambio, vive un momento oscuro. La afición, que aún recuerda los días de gloria con Claudio Ranieri, ahora enfrenta la dura realidad de volver a la segunda división inglesa tras un año lleno de errores y malos resultados.
Con cinco jornadas por disputarse, el Liverpool podría sellar el campeonato en su próximo partido contra el Tottenham. Si los Reds ganan y el Arsenal tropieza, el título llegará a Anfield de manera matemática.
La Premier League 2024-2025 está cerca de definir su campeón, y todo apunta a que el Liverpool levantará el trofeo. Mientras tanto, el Leicester ya piensa en cómo reconstruirse para volver al máximo nivel del fútbol inglés.