Un nuevo episodio de violencia sacudió la central camionera de Santiago Pinotepa Nacional, Oaxaca, dejando un saldo de tres muertos, entre ellos un elemento de la Marina y un policía municipal. El agresor, quien desató el caos con un arma de fuego, fue abatido tras un enfrentamiento que mantuvo en vilo a la población durante horas.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado, en pleno periodo vacacional, cuando un individuo se negó a ser revisado por el personal de seguridad en la terminal de autobuses. Según reportes, el sujeto sacó un arma y amenazó a las personas a su alrededor, desencadenando una respuesta inmediata de las autoridades.
Elementos de la Policía Municipal y de la Secretaría de Marina acudieron al lugar para contener la situación. Sin embargo, el agresor, descrito como alguien con entrenamiento táctico, no solo resistió, sino que intensificó el conflicto. En un acto de audacia, logró desarmar a un marino y a un policía, apoderándose de dos fusiles y varios cargadores.
La balacera se prolongó por casi 40 minutos, generando pánico entre los habitantes de Pinotepa Nacional. El enfrentamiento dejó un saldo devastador: el policía municipal Javier Merino Delgadillo, originario de Tlacamama, y un integrante de la Marina perdieron la vida en el cumplimiento de su deber.
El agresor, tras mantener en jaque a las corporaciones policiacas desde las cuatro de la mañana, fue finalmente abatido alrededor de las siete de la mañana. Las autoridades recuperaron las armas robadas, pero el costo humano del incidente ha conmocionado a la comunidad.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca ha iniciado una investigación para esclarecer los detalles del suceso. Se sabe que el atacante actuó solo, pero persisten preguntas sobre su identidad y los motivos que lo llevaron a perpetrar este acto violento en un lugar público.
Este trágico evento pone de manifiesto, una vez más, la grave crisis de inseguridad que azota a Oaxaca y a otras regiones del país. La muerte de dos elementos de seguridad en un solo enfrentamiento refleja la magnitud del desafío que enfrentan las autoridades para garantizar la paz.
La población de Pinotepa Nacional, aún en shock, exige respuestas y acciones concretas para frenar la escalada de violencia. Mientras tanto, el luto envuelve a las familias de los caídos, quienes dieron su vida en un intento por proteger a la ciudadanía.