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Nueva York asegura a inmigrantes: los hospitales son un lugar seguro

La ciudad de Nueva York reafirma su compromiso con la protección de los inmigrantes, garantizando que pueden acudir a los hospitales sin temor a represalias. En un contexto de políticas migratorias más estrictas impulsadas por el gobierno federal, las autoridades locales buscan tranquilizar a esta comunidad.
Un grupo de funcionarios, liderado por el comisionado de la Oficina de Asuntos de Inmigración, Manuel Castro, participó en un foro para recordar que Nueva York sigue siendo una ciudad santuario. Esto significa que los inmigrantes no están obligados a revelar su estatus migratorio para recibir atención médica.
La iniciativa surge tras las inquietudes de muchos inmigrantes, quienes temen ser deportados si buscan servicios médicos. Las autoridades han enfatizado que la ley protege la privacidad de los pacientes y que los hospitales no compartirán información con las autoridades migratorias.
La Oficina de Asuntos de Inmigración trabaja con 22 organizaciones no gubernamentales para difundir este mensaje. Además, se ha distribuido una guía a los empleados de los hospitales públicos para proteger a los pacientes en caso de que agentes de inmigración se presenten en las instalaciones.
Michelle Morse, comisionada de Salud, destacó que el control migratorio actual tiene un impacto directo en la salud de los inmigrantes. Por ello, la ciudad busca generar confianza para que nadie evite buscar atención médica por miedo.
Jonathan Jiménez, director ejecutivo de la corporación de hospitales públicos y de origen colombiano, subrayó que la privacidad de los pacientes está garantizada. Jiménez, cuyos padres fueron indocumentados, reiteró que no es necesario compartir el estatus migratorio para recibir atención.
El programa NYC Care, dirigido por Jiménez, ofrece servicios de salud a neoyorquinos sin seguro médico, incluidos los inmigrantes indocumentados. Este programa atiende a unas 10,000 personas al mes en clínicas comunitarias, sin que se haya registrado una disminución en la afluencia de pacientes.
La ciudad también promueve el acceso a otros recursos, como alimentos, educación y servicios legales. Los inmigrantes pueden contactar al número 311 para obtener información sobre hospitales públicos, centros de salud o el carné de identidad IDNYC.
Esta postura de Nueva York contrasta con las políticas migratorias más duras del gobierno federal, lo que genera un ambiente de incertidumbre para muchos. Sin embargo, las autoridades locales insisten en que los servicios de salud seguirán siendo accesibles para todos.
La carta abierta publicada por el Departamento de Salud, los hospitales públicos y la Oficina de Asuntos de Inmigración busca reforzar este mensaje: en Nueva York, la salud es un derecho, sin importar el estatus migratorio.

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