La presidenta Claudia Sheinbaum sostuvo una nueva conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, descrita como “muy productiva” por ambos líderes. Este diálogo, que tuvo lugar el pasado miércoles, ha generado revuelo en México, donde las negociaciones con el mandatario estadounidense son vistas con lupa por su historial de amenazas comerciales y migratorias.
Sheinbaum, fiel a su estilo, aseguró que el intercambio fue cordial y que se enfocó en alcanzar acuerdos que beneficien a ambos países. Sin embargo, no pasó desapercibido que la conversación ocurre en un contexto de tensiones, especialmente tras las recientes declaraciones de Trump sobre posibles aranceles y su retórica agresiva hacia México. La presidenta, desde Palacio Nacional, enfatizó que México no cederá en su soberanía.
Por su parte, Trump, conocido por su tono confrontacional, destacó en su red social Truth Social que la llamada fue un éxito. Según el republicano, México está comprometido a reforzar medidas contra la migración y el tráfico de fentanilo, temas que han sido bandera de su administración. Sin embargo, estas afirmaciones contrastan con las palabras de Sheinbaum, quien insiste en que la estrategia mexicana prioriza los derechos humanos y no el cierre de fronteras.
El diálogo también tocó el tema del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), un punto sensible para la economía mexicana. Sheinbaum defendió la importancia de mantener una relación comercial sólida, pero dejó claro que no permitirá que México sea tratado como subordinado. Este posicionamiento busca calmar las críticas internas que acusan al gobierno de Morena de ser débil frente a las presiones de Washington.
Mientras tanto, la oposición no ha perdido la oportunidad de cuestionar el manejo de Sheinbaum en la relación bilateral. Figuras de partidos como el PAN y el PRI han señalado que las negociaciones con Trump podrían poner en riesgo la economía mexicana si no se manejan con firmeza. Las amenazas de aranceles, aunque pausadas por ahora, siguen siendo una sombra sobre las exportaciones mexicanas.
En el ámbito interno, el gobierno de Sheinbaum enfrenta el desafío de demostrar que puede equilibrar una postura de respeto mutuo con Estados Unidos sin sacrificar los intereses nacionales. La presidenta ha reiterado que su administración trabaja en una estrategia integral para atender la migración, pero los resultados concretos aún son cuestionados por analistas y ciudadanos.
La llamada con Trump no es la primera, y todo indica que no será la última. Desde noviembre de 2024, ambos líderes han mantenido un diálogo constante, con intercambios que han incluido desde felicitaciones electorales hasta discusiones sobre seguridad. Sin embargo, la falta de transparencia sobre los acuerdos alcanzados genera incertidumbre entre los mexicanos.
El panorama no es sencillo. Con Trump en la Casa Blanca, México enfrenta un vecino impredecible, y Sheinbaum deberá navegar estas aguas turbulentas con astucia. La pregunta que queda en el aire es si el gobierno de Morena logrará mantener su promesa de negociar como iguales o si las presiones de Washington terminarán dictando la agenda.

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¡Sheinbaum y Trump en el ojo del huracán! Nueva llamada telefónica sacude la política mexicana
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