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Escándalo en el fútbol brasileño: Bruno Henrique acusado de manipular apuestas

La estrella del Flamengo, Bruno Henrique, se encuentra en el ojo del huracán tras ser acusado por la Policía Federal de Brasil de forzar una tarjeta amarilla en un partido de 2023 para beneficiar a apostadores, incluidos familiares cercanos. El caso, que ha sacudido al fútbol sudamericano, pone en tela de juicio la integridad del deporte.
El incidente ocurrió el 1 de noviembre de 2023, durante un encuentro entre Flamengo y Santos por el Brasileirao. Según las autoridades, Henrique recibió una tarjeta amarilla tras una falta a Yeferson Soteldo y, posteriormente, fue expulsado por protestar al árbitro. La investigación señala que esta acción fue premeditada para favorecer apuestas.
La Policía Federal descubrió mensajes comprometedores en el celular del hermano de Henrique, Wander Nunes Pinto Júnior. En una conversación, Wander le pidió al jugador que lo avisara cuando fuera a recibir una tarjeta, a lo que Henrique respondió: “Contra el Santos”. Estos diálogos son clave en la acusación.
Además del futbolista, otras nueve personas están implicadas, incluyendo a la cuñada y la prima de Henrique. Las autoridades encontraron que familiares y amigos cercanos crearon cuentas en casas de apuestas un día antes del partido, apostando grandes sumas a que el delantero sería amonestado.
El Flamengo, club de Henrique, emitió un comunicado afirmando que no ha sido notificado oficialmente de las acusaciones. La institución defendió la presunción de inocencia del jugador y aseguró que seguirá participando en las actividades del equipo mientras el caso se resuelve.
La investigación, conocida como “Spot-fixing”, comenzó tras un informe de la Confederación Brasileña de Fútbol, que detectó un volumen inusual de apuestas relacionadas con la tarjeta de Henrique. Casas de apuestas como Betano reportaron que el 98% de las apuestas sobre amonestaciones apuntaban al jugador.
El caso podría tener graves consecuencias. Henrique y su hermano enfrentan cargos por violar la Ley General del Deporte, con penas de hasta seis años de prisión. También se les acusa de fraude, lo que podría sumar hasta cinco años más tras las rejas.
El Superior Tribunal de Justicia Deportiva evaluará si impone una suspensión preventiva al delantero. Mientras tanto, el escándalo ha generado un intenso debate en Brasil, donde las apuestas deportivas están bajo escrutinio tras casos similares que involucran a otros jugadores.
Bruno Henrique, de 34 años, ha negado las acusaciones. Tras ganar la Copa de Brasil 2024, declaró que su trayectoria siempre ha sido limpia y que confía en que la justicia aclarará su situación. Sus abogados también han respaldado esta postura.
El fútbol brasileño enfrenta un momento crítico. Este caso, junto con otras investigaciones sobre apuestas, ha llevado al Congreso a crear una comisión especial para abordar el problema, destacando la necesidad de reforzar la integridad en el deporte más popular del país.

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