Un incidente estremecedor sacudió el mundo del béisbol durante el juego entre los Mets de Nueva York y los Mellizos de Minnesota. El árbitro veterano Hunter Wendelstedt fue golpeado en la cabeza por una pelota en un momento que dejó a jugadores y aficionados en shock. El impacto ocurrió en la séptima entrada, cuando una línea de foul salió disparada del bate de Tyrone Taylor, jardinero de los Mets.
El árbitro, con 28 temporadas de experiencia en las Grandes Ligas, cayó al suelo de inmediato tras el golpe. La pelota, que viajaba a gran velocidad, impactó directamente en su rostro, generando una escena de preocupación en el terreno de juego. Tanto Taylor como el lanzador de los Mellizos, Louis Varland, mostraron gestos de angustia al ver el estado de Wendelstedt.
Rápidamente, el personal médico ingresó al campo para atender al umpire. A pesar de la gravedad del impacto, Wendelstedt logró salir del terreno con asistencia, pero visiblemente afectado. El jefe de equipo, Todd Tichenor, informó que el árbitro estaba consciente y hablando, aunque fue trasladado a un hospital para una evaluación más exhaustiva.
El protocolo de conmoción cerebral se activó de inmediato. Los reportes iniciales indicaron que Wendelstedt estaba coherente, pero los médicos optaron por realizar exámenes adicionales para descartar lesiones graves. Este tipo de incidentes pone en evidencia los riesgos que enfrentan los árbitros en un deporte donde las pelotas pueden alcanzar velocidades superiores a las 100 millas por hora.
El mánager de los Mellizos, Rocco Baldelli, expresó su alivio al ver que Wendelstedt pudo caminar por su cuenta al salir del campo. También envió un mensaje de apoyo, destacando que todos en el equipo estaban pensando en él y deseándole una pronta recuperación. La solidaridad de los involucrados reflejó el impacto emocional del accidente.
Este no es el primer caso de un árbitro lesionado en la MLB. En 2021, Junior Valentine recibió un pelotazo en el rostro durante un juego entre los Cardinals y los Mets, aunque pudo continuar tras recibir atención médica. Sin embargo, el incidente con Wendelstedt ha reabierto el debate sobre la seguridad de los umpires en el terreno.
Desde 2008, los entrenadores de base están obligados a usar cascos tras la trágica muerte de Mike Coolbaugh, quien falleció por un impacto en el cuello en un juego de ligas menores. Sin embargo, los árbitros, salvo el umpire de home, no cuentan con protección facial. Todd Tichenor, jefe de equipo, señaló que no considera necesario que los árbitros usen cascos, argumentando que el incidente fue un caso aislado.
El juego continuó tras la salida de Wendelstedt, pero el incidente dejó una marca en todos los presentes. Los Mets se impusieron a los Mellizos en un encuentro que, más allá del resultado, será recordado por este momento de tensión. La comunidad del béisbol espera noticias positivas sobre la recuperación del árbitro.
La MLB no ha emitido un comunicado oficial sobre posibles cambios en las medidas de seguridad. Por ahora, el foco está en la salud de Hunter Wendelstedt, cuya experiencia y profesionalismo son ampliamente respetados en el deporte. Su pronta recuperación es el deseo de jugadores, equipos y aficionados por igual.
Este tipo de eventos recuerda la intensidad y los riesgos inherentes al béisbol profesional. Aunque es un deporte lleno de emoción y espectáculo, también exige medidas que garanticen la seguridad de todos los involucrados, desde los jugadores hasta los árbitros que hacen posible cada partido.

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Escalofriante momento en la MLB: Árbitro hospitalizado tras brutal pelotazo en la cara
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