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Crisis en la Frontera: Se Dispara el Tráfico de Armas y Migrantes Mientras el Gobierno Permanece Inmóvil

En Baja California, el cruce de migrantes hacia Estados Unidos se ha desplomado un 97% en lo que va de 2025, pero las autoridades mexicanas enfrentan un nuevo y alarmante problema. La Secretaría de la Defensa Nacional reportó un aumento del 59.6% en la incautación de municiones en la región, un indicador claro del creciente tráfico de armas que alimenta la violencia en ambos lados de la frontera.
El reporte oficial señala que, entre enero y marzo de este año, se confiscaron miles de cartuchos de diversos calibres en puntos fronterizos clave. Este incremento refleja la intensificación de las operaciones de grupos criminales que buscan abastecerse de armamento proveniente de Estados Unidos, donde las leyes de venta de armas son más laxas.
Mientras tanto, la drástica reducción en los cruces migratorios no es motivo de celebración. Según fuentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, las detenciones de migrantes en la frontera cayeron a mínimos históricos, con apenas 8,347 casos en febrero. Esto se atribuye a las estrictas políticas migratorias impulsadas por la administración de Donald Trump, que han generado temor entre los migrantes.
Sin embargo, el descenso en los cruces no significa que la crisis haya terminado. Organizaciones criminales han encontrado en el tráfico de armas una fuente de ingresos alternativa, aprovechando la misma infraestructura que antes usaban para el trasiego de personas. Las autoridades mexicanas parecen desbordadas ante este cambio de estrategia del crimen organizado.
La Sedena destacó que las operaciones para interceptar cargamentos de municiones se han intensificado, pero los resultados muestran que el problema está lejos de controlarse. Los cárteles, con acceso a arsenales cada vez más sofisticados, mantienen su influencia en la región, poniendo en riesgo la seguridad de comunidades fronterizas.
Por su parte, el gobierno federal no ha presentado una estrategia clara para enfrentar esta nueva ola de tráfico de armas. Las críticas no se han hecho esperar, señalando la falta de coordinación con Estados Unidos y la incapacidad para frenar el flujo de armamento que cruza la frontera en ambos sentidos.
En el ámbito local, autoridades de Baja California han expresado su preocupación por el impacto de estas tendencias en la seguridad pública. La combinación de menos cruces migratorios y más armas en circulación crea un escenario de alta tensión, con comunidades atrapadas en medio de la violencia.
La situación en la frontera expone, una vez más, los retos que México enfrenta en materia de seguridad. Mientras las incautaciones de municiones aumentan, la percepción de descontrol crece, y las soluciones parecen estar cada vez más lejos de materializarse.

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