Red Bull atraviesa un momento crítico tras un Gran Premio de Bahréin para el olvido, con Max Verstappen terminando en sexto lugar y Yuki Tsunoda en noveno. Helmut Marko, asesor del equipo, no oculta su preocupación por el bajo rendimiento del RB21.
El equipo convocó una reunión de emergencia para analizar los problemas del auto, que van desde un balance deficiente hasta fallos en pits que costaron posiciones clave. Verstappen expresó su frustración por el ritmo y los frenos, dejando en claro que el monoplaza no está a la altura.
Marko admitió que la situación es alarmante y que Red Bull no es competitivo frente a rivales como McLaren. La presión crece, y el futuro del campeón del mundo en el equipo podría estar en duda si no se encuentran soluciones rápidas.
La escudería planea introducir mejoras en las próximas carreras, pero el panorama no es alentador. La lucha por recuperar el dominio en la pista apenas comienza.