Ciberdelincuentes están llevando el ransomware a otro nivel. El grupo Fog Ransomware, que opera como un servicio para hackers, no solo cifra datos, sino que ahora publica información robada junto con las direcciones IP de sus víctimas en la Dark Web.
Este cambio en sus métodos busca presionar aún más a las organizaciones atacadas. Al exponer las IPs, los criminales aumentan el riesgo de sanciones regulatorias y abren la puerta a nuevos ciberataques, como el robo de credenciales o el uso de botnets.
Fog Ransomware, que emergió en 2024, ha golpeado sectores como la educación y las finanzas. Su estrategia incluye explotar credenciales VPN comprometidas para infiltrarse en sistemas Windows y Linux en cuestión de horas.
Expertos de Kaspersky advierten que esta táctica es una respuesta a las defensas más fuertes en ciberseguridad, lo que lleva a los delincuentes a innovar en sus formas de extorsión. Mantener copias de seguridad y soluciones avanzadas de protección es clave para enfrentar esta amenaza.