La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que tiene una “excelente relación” con Donald Trump, tras los elogios del mandatario estadounidense, quien la llamó “fantástica” y “elegante”.
Sin embargo, Trump aprovechó para anunciar que tres fábricas automotrices que se construirían en México ahora se irán a Estados Unidos, un duro golpe para la economía nacional.
Sheinbaum insistió en que hay “respeto mutuo” con el gobierno de Estados Unidos, pero no mencionó cómo planea evitar más pérdidas de inversión.
Mientras tanto, el diálogo con Washington sigue en temas comerciales y de agua, aunque Trump ya advirtió sobre posibles nuevos aranceles si México no cumple sus demandas.
¿Realmente esta “buena comunicación” beneficia al país o solo es una fachada para ceder ante presiones extranjeras?