En un giro inesperado, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidió que Claudia Sheinbaum y otros funcionarios pueden alzar la voz sobre la elección judicial del 1 de junio. Con tres votos a favor y dos en contra, el fallo tumbó las restricciones del INE que mantenían callado al gobierno.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum no ocultó su emoción: “Ya podemos hablar, el 1 de junio hay que ir a votar”. Asegura que ahora podrá explicar cómo participar en este proceso que definirá a jueces, magistrados y ministros, aunque insiste en que no usará recursos públicos para ello.
El INE había limitado la promoción a sí mismo, pero el Tribunal dijo basta: todos los niveles de gobierno pueden incentivar el voto, siempre que no apoyen a candidatos específicos. Un cambio que, según Sheinbaum, permitirá “informar nuevamente” a la gente.
Sin embargo, no todos están contentos. Magistrados como Reyes Rodríguez advierten que esto podría generar confusión o favoritismos, mientras Janine Otálora cuestiona si el INE no basta para hacer el trabajo. La polémica está servida.
Con este fallo, Sheinbaum y Morena ganan terreno para empujar su reforma judicial, pero la pregunta sigue en el aire: ¿será esto un juego limpio o una puerta abierta a más controversias?