El magistrado del Tribunal Electoral, Felipe de la Mata Pizaña, ha soltado una bomba que tiene temblando a la justicia mexicana: propone que los gobiernos y sus funcionarios puedan promover la elección judicial de junio sin restricciones, siempre que no hablen de candidatos específicos.
Esto choca de frente con lo que ordenó el INE, que había puesto freno a cualquier intromisión del gobierno en este proceso clave para elegir a jueces, magistrados y ministros.
Según De la Mata, no hay problema si los servidores públicos usan su posición para “informar” sobre las elecciones, siempre y cuando no se pasen de la raya apoyando o atacando a alguien en particular.
El proyecto, que será discutido esta semana en la Sala Superior del Tribunal Electoral, podría abrir la puerta a que el gobierno federal y sus aliados de Morena muevan sus fichas a placer en un proceso que debería ser imparcial.
Críticos ya alzan la voz: esto huele a otro intento de Morena por controlar todo, ahora hasta el Poder Judicial, mientras la oposición y expertos advierten que la democracia está en jaque.