En un nuevo capítulo de la imparable inseguridad que azota al país, Abigail Esparza Reyes, jefa de Enlace Internacional de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana de Baja California, fue brutalmente asesinada durante un operativo en Tijuana.
El enfrentamiento ocurrió en el fraccionamiento Residencial Barcelona, donde la agente, de 33 años, recibió un disparo en el cuello mientras intentaba cumplir una orden de aprehensión contra un prófugo de la justicia estadounidense.
Tras el ataque, sus compañeros la trasladaron de emergencia a la Cruz Roja, pero la gravedad de la herida acabó con su vida. El agresor, atrincherado en una vivienda, desató un caos que obligó a desplegar un megaoperativo con elementos de la Guardia Nacional, el Ejército y la Policía Municipal.
La gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, del partido Morena, salió a lamentar el hecho en redes sociales, prometiendo que “no quedará impune”. Sin embargo, la violencia no da tregua en su estado, dejando en evidencia la incapacidad para frenar la delincuencia.
¿Hasta cuándo seguiremos contando muertos mientras las autoridades solo ofrecen palabras vacías? La sangre de Abigail Esparza es un grito más en medio de un México que no encuentra paz.