Este lunes, más de 3 mil estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria 5 de la UNAM, en Tlalpan, Ciudad de México, fueron desalojados de emergencia tras el hallazgo de un supuesto artefacto explosivo en las instalaciones.
Inicialmente, las autoridades escolares hablaron de una fuga de gas, pero el rumor entre los alumnos pronto apuntó a una amenaza de bomba, desatando el caos en el plantel ubicado en Calzada del Hueso.
En redes sociales, los estudiantes compartieron imágenes del artefacto: una mochila negra con dos botellas de agua conectadas por cables a un celular. Un equipo especializado de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, junto con perros entrenados, acudió al lugar y revisó cada rincón de la escuela.
Tras una inspección exhaustiva, se confirmó que no había peligro real. Las autoridades determinaron que el objeto no era explosivo, solo un montaje que generó pánico innecesario.
Aun así, la incertidumbre reina: ¿cómo llegó ese artefacto ahí? La falta de respuestas claras deja en evidencia los problemas de seguridad que siguen sin resolverse en el país.
Las clases quedaron suspendidas hasta nuevo aviso, mientras los alumnos y sus familias exigen garantías para evitar que esto vuelva a ocurrir.