En un operativo reciente en Guanajuato, las autoridades lograron la captura de 15 individuos señalados por extorsionar a comerciantes en varios municipios. Este golpe a la delincuencia se llevó a cabo tras meses de investigación, en un estado donde la violencia no da tregua.
Los detenidos operaban en ciudades como Celaya, Irapuato y Salamanca, aterrorizando a dueños de negocios con amenazas y exigencias de dinero a cambio de supuesta protección. La Fiscalía General del Estado confirmó que estos criminales formaban parte de una red bien organizada.
Durante los cateos, se incautaron armas de fuego, droga y vehículos robados, evidencias que pintan un panorama alarmante sobre el poder que estos grupos han ganado. La falta de seguridad sigue siendo una herida abierta para los guanajuatenses, que ven cómo la violencia se apodera de sus calles.
Las autoridades locales destacaron que entre los capturados hay un líder apodado “El Terror”, identificado como generador de violencia en la región. Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguirán los ciudadanos viviendo bajo el yugo de la inseguridad?
Este caso pone de nuevo el foco en la incapacidad del gobierno para frenar la ola delictiva que azota Guanajuato, uno de los estados más golpeados por el crimen organizado. Los comerciantes, principales víctimas, exigen respuestas y acciones concretas.
La detención de estos 15 sujetos es apenas un paso en una lucha que parece no tener fin. Mientras tanto, la población sigue atrapada entre el miedo y la incertidumbre, esperando que la justicia haga su parte en un contexto donde la violencia no cede terreno.