El gobierno de China ha dado un paso firme contra Estados Unidos al presentar una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) este viernes. La acción responde a los nuevos aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, que Pekín considera una violación clara de las normas comerciales internacionales.
Según las autoridades chinas, las tarifas estadounidenses, que alcanzan un 34% adicional sobre productos chinos, dañan el comercio global y afectan gravemente a sus exportadores. Este aumento se suma al 20% ya aplicado a inicios de 2025, elevando el total a un 54%, cerca del 60% que Trump había prometido durante su campaña.
China no se ha quedado de brazos cruzados y ha solicitado consultas con Estados Unidos para intentar resolver el conflicto. Este mecanismo de la OMC busca diálogo entre las partes, pero si no hay acuerdo en 60 días, el caso podría escalar a un panel formal, lo que prolongaría la disputa.
La tensión comercial se intensifica tras las medidas de Trump, que también incluyen un arancel base del 10% a casi todos los bienes importados a Estados Unidos. China, por su parte, ha anunciado restricciones a exportaciones de tierras raras, esenciales para la tecnología y la defensa estadounidense.
Este enfrentamiento entre las dos mayores economías del mundo sacude los mercados globales. Mientras Trump defiende sus aranceles como una forma de proteger la economía de su país, China insiste en que estas acciones unilaterales amenazan el orden comercial internacional.