La mañana del 2 de abril, un tráiler que llevaba motocicletas volcó en la autopista Arco Norte, a la altura de Jilotepec, Estado de México, y lo que parecía un simple accidente se convirtió en una escena de caos total. Decenas de personas aprovecharon el percance para saquear la carga sin que nadie pudiera detenerlos.
El conductor, que milagrosamente salió con heridas leves, fue auxiliado por algunos testigos, pero la ayuda duró poco. En cuestión de minutos, la prioridad cambió: hombres y mujeres se lanzaron a llevarse las motocicletas, cargándolas a pie o en vehículos sin importar el riesgo o la legalidad.
Videos que circulan en redes sociales muestran cómo la rapiña se desató sin control. Mientras algunos desmontaban las motos de la estructura del tráiler, otros las arrastraban por la carretera hacia caminos de terracería, dejando tras de sí un desorden absoluto.
La policía llegó tarde al lugar, cuando ya casi no quedaba nada que rescatar. La Guardia Nacional y autoridades locales acordonaron la zona, pero no se reportaron detenciones inmediatas, lo que ha desatado críticas por la falta de seguridad en este tramo.
El Arco Norte, una vía clave que conecta varios estados, se ha convertido en un punto rojo para transportistas. Los robos y asaltos son cada vez más frecuentes, y este caso evidencia la vulnerabilidad de quienes transitan por ahí.
La empresa dueña de las motocicletas aún no ha dicho si tomará acciones legales, pero el daño está hecho. Este incidente pone en la mira, una vez más, la incapacidad del gobierno para garantizar orden y seguridad en las carreteras del país.