El número de víctimas mortales por los incendios forestales que devastaron Los Ángeles a inicios de año ha aumentado a 30. Este nuevo dato se confirmó tras el descubrimiento de restos humanos en Altadena, una de las zonas más afectadas, según informó el Departamento del Forense de Los Ángeles.
Los incendios, que comenzaron el 7 de enero, arrasaron con más de 15,000 hectáreas y dejaron un rastro de destrucción en comunidades como Altadena y Pacific Palisades. En esta última, una ciudad costera de alto poder adquisitivo, se reportaron 12 fallecidos, mientras que el fuego Eaton en Altadena se cobró 18 vidas.
La velocidad de las llamas, impulsada por los fuertes vientos de Santa Ana, sorprendió a muchos residentes. Las autoridades indicaron que la mayoría de las víctimas quedaron atrapadas en sus hogares, sin tiempo para evacuar ante el avance implacable del fuego.
El incendio Eaton, uno de los más devastadores, tardó 22 días en ser controlado. Destruyó más de 9,400 estructuras, dejando a Altadena prácticamente irreconocible, de acuerdo con el Departamento de Bomberos de California.
En Pacific Palisades, el fuego también causó estragos significativos. Miles de personas fueron evacuadas de emergencia, y las pérdidas materiales aún están siendo evaluadas por las autoridades locales.
Hasta ahora, las causas de ambos incendios siguen bajo investigación. Los equipos especializados continúan trabajando para esclarecer qué desencadenó esta tragedia que ha marcado a la región.
El hallazgo de los restos en Altadena se produjo durante las labores de remoción de escombros, casi tres meses después de los incendios. Las autoridades no han revelado detalles sobre la identidad o el género de la víctima más reciente.