Teresa González Murillo, una valiente madre buscadora del colectivo Luz de Esperanza en Jalisco, falleció tras ser víctima de un brutal ataque armado. La noche del 27 de marzo, tres hombres irrumpieron en su casa en Guadalajara con la intención de secuestrarla. Al resistirse, le dispararon en el rostro, dejándola en estado crítico.
Tras días de agonía en un hospital, Teresita, como la llamaban sus seres queridos, perdió la vida este 2 de abril. Buscaba incansablemente a su hermano Jaime, desaparecido desde septiembre de 2024, en un país donde la violencia no da tregua y las autoridades parecen indiferentes.
El colectivo Luz de Esperanza y otros grupos de búsqueda lamentaron su muerte, exigiendo justicia ante un caso que refleja la vulnerabilidad de quienes luchan por encontrar a sus desaparecidos. La Fiscalía de Jalisco investiga, pero la sombra de la impunidad sigue creciendo.
La tragedia de Teresa no es aislada. En México, la inseguridad se dispara y las madres buscadoras enfrentan amenazas, agresiones y asesinatos. Jalisco, con más de 15 mil desaparecidos, es un reflejo de un gobierno que no actúa mientras la violencia se desborda.
Su hija de 15 años había sido golpeada días antes del ataque, y las amenazas del crimen organizado eran constantes. Aun así, Teresa no se rindió. Su muerte deja un vacío, pero también un grito de alerta sobre la crisis que azota al país.
Categoría: Nacional (Seguridad) – Tono alarmista, destacando la violencia y la inacción gubernamental.