Una esgrimista estadounidense protagonizó un incidente que ha reavivado el debate sobre la participación de atletas transgénero en competencias femeninas. Durante un torneo en la Universidad de Maryland, organizado por la Federación de Esgrima de Estados Unidos, Stephanie Turner, de 31 años, se negó a competir contra Redmond Sullivan, una mujer transgénero.
El momento ocurrió cuando Turner, al ser emparejada con Sullivan, decidió arrodillarse en la pista como señal de protesta. Según las reglas del torneo, negarse a participar implica la descalificación automática, por lo que la atleta fue expulsada de la competencia tras recibir una tarjeta negra.
Sullivan, quien previamente compitió en el equipo masculino de Wagner College antes de su transición, ha destacado en la categoría femenina, incluyendo una victoria en las eliminatorias olímpicas júnior de Connecticut. Su presencia en el torneo ya había generado controversia entre algunas competidoras.
Turner justificó su acción al afirmar que busca visibilizar lo que considera una injusticia en las políticas de elegibilidad de género de la federación. “Soy mujer, este es un hombre y este es un torneo femenino”, expresó tras el incidente, según reportes.
La Federación de Esgrima de Estados Unidos defendió su postura, señalando que Sullivan cumple con las normativas establecidas en 2023 para atletas transgénero, diseñadas para garantizar inclusión y equidad en el deporte.
El caso ha dividido opiniones en redes sociales y en la comunidad deportiva, poniendo sobre la mesa, una vez más, el desafío de equilibrar la inclusión con la percepción de justicia competitiva en el ámbito del deporte femenino.