El padre de Sergio “Checo” Pérez, Antonio Pérez Garibay, ha desatado polémica al afirmar que los autos de Red Bull no eran iguales para su hijo y Max Verstappen durante su tiempo juntos en la escudería. Según él, esta diferencia marcó el rendimiento del piloto mexicano.
En una entrevista con Fox Sports, Pérez Garibay sostuvo que Verstappen, tetracampeón mundial, no habría avanzado más allá de la Q1 si hubiera conducido el monoplaza asignado a Checo. Argumenta que el equipo priorizaba al neerlandés con un auto superior.
Destacó que Checo enfrentó desventajas técnicas evidentes, especialmente en la temporada 2024, cuando terminó octavo en el campeonato de pilotos con 152 puntos, muy por detrás de Verstappen, quien sumó 437 unidades y se coronó campeón.
Pérez Garibay insistió en que un piloto del calibre de Verstappen dependería igual del rendimiento del auto. Dijo que si el coche no está a la altura, incluso el mejor talento tiene límites, algo que, según él, afectó a Checo en Red Bull.
Estas declaraciones surgen tras la salida de Checo de la escudería a finales de 2024, cuando ambas partes acordaron terminar su relación pese a un contrato vigente hasta 2026. Ahora, el mexicano está en un año sabático.
El padre de Checo también señaló que la experiencia de su hijo en Red Bull dejó claro que no siempre tuvo las mismas herramientas que su compañero, un tema que ha generado debate entre aficionados y analistas de la Fórmula 1.