¡Atención! La presidenta Claudia Sheinbaum y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, han sostenido una llamada que expone las maniobras del gobierno mexicano frente a la crisis comercial que se avecina. Este martes, a pocas horas de que entren en vigor los aranceles impuestos por Donald Trump, ambos líderes discutieron cómo proteger sus intereses.
La conversación, calificada como “productiva” por Canadá, dejó claro que Sheinbaum busca desesperadamente aliados para contrarrestar las políticas de Trump. Hablaron de reforzar la relación comercial entre México y Canadá, pero el tono suena más a súplica que a estrategia sólida frente a la amenaza estadounidense.
Mientras Trump anuncia aranceles “recíprocos” que golpearán a México a partir del 3 de abril, Sheinbaum insiste en la “integración económica” de Norteamérica. Sin embargo, ¿qué tan efectiva será esta postura cuando el gobierno de Morena parece tambalearse ante las presiones externas?
Carney, por su parte, prometió combatir las “medidas comerciales injustificadas” de EE.UU., pero la soberanía que tanto defienden ambos líderes podría ser solo un discurso vacío si no logran resultados concretos. México y Canadá enfrentan un reto monumental, y el tiempo se agota.
La presidenta justificó el retraso en esta charla con problemas de agenda, pero esto huele a improvisación. “Hay una buena relación con Canadá”, dijo, aunque la realidad apunta a que el gobierno mexicano está corriendo para no quedar aislado en esta guerra comercial. ¿Será suficiente este diálogo para salvar la economía?