La violencia en la frontera norte no da tregua y el gobierno federal parece incapaz de contenerla. En el marco del Operativo Frontera Norte, iniciado el 5 de febrero, las autoridades reportan la detención de 2 mil 009 personas vinculadas a delitos, un número que lejos de ser un logro, evidencia la magnitud del problema que azota la región.
Además, se han asegurado mil 874 armas de fuego, entre ellas rifles de asalto y pistolas, lo que pone en alerta sobre el arsenal que circula impunemente en manos del crimen organizado. A esto se suman 299 mil 080 cartuchos y 9 mil 243 cargadores decomisados, cifras que reflejan una guerra sin control en la zona limítrofe con Estados Unidos.
El narcotráfico, uno de los objetivos del operativo, también muestra su rostro más crudo: 24 mil 343 kilos de drogas incautadas, incluyendo 129.24 kilos de fentanilo, una sustancia letal que sigue fluyendo pese a las promesas de seguridad del gobierno de Claudia Sheinbaum.
La infraestructura criminal no se queda atrás. Mil 675 vehículos y 243 inmuebles han sido confiscados, pero la pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguirá esta escalada de violencia sin una estrategia efectiva que devuelva la paz a la frontera?