El partido Morena reconoció que varios de sus excandidatos a cargos públicos se inscribieron como aspirantes a magistrados electorales para las elecciones judiciales de 2025, un hecho que ha desatado una ola de críticas. La dirigencia del partido admitió esta irregularidad tras las denuncias de la oposición, que señaló un intento descarado de infiltrar el sistema judicial con figuras afines al oficialismo.
La revelación pone en evidencia las maniobras de Morena para controlar el proceso de selección de magistrados, un movimiento que muchos ven como un ataque directo a la imparcialidad del Poder Judicial. El partido, lejos de negarlo, ofreció retirar a estos aspirantes, pero el daño a su credibilidad ya está hecho, y las sospechas sobre sus intenciones crecen.
Organizaciones civiles y partidos opositores han alzado la voz, acusando a Morena de querer manipular las elecciones judiciales a su favor. La postulación de excandidatos, algunos con trayectorias cuestionables, sugiere un plan para asegurar que los futuros magistrados respondan a los intereses del partido en el poder, según los críticos.
La oferta de Morena de sacarlos del proceso no calma las aguas. Para muchos, esto solo confirma que el partido actúa con cinismo, corrigiendo el rumbo solo cuando es descubierto. La polémica sigue abierta, y el escrutinio sobre cómo se elegirá a los nuevos magistrados se intensifica en un contexto político ya de por sí tenso.