¡Atención! La presidenta Claudia Sheinbaum ha soltado una bomba: México no se quedará de brazos cruzados ante los aranceles que Estados Unidos planea imponer. En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, anunció que su gobierno prepara una “respuesta integral” que se revelará después del 2 de abril, cuando la Casa Blanca detalle sus nuevos gravámenes.
Sheinbaum dejó claro que no habrá respuestas improvisadas. Frente a las tarifas del 25% al acero y aluminio, y las amenazas sobre la industria automotriz, el gobierno de Morena opta por una estrategia calculada. “No queremos reaccionar a cada anuncio, sino dar un golpe contundente y bien pensado”, afirmó, mientras el pueblo espera resultados concretos.
La industria automotriz, vital para México, está en la mira. Marcelo Ebrard, secretario de Economía, destacó desde Washington que exportamos casi tres millones de vehículos a EE.UU. y surtimos el 40% de sus autopartes. Sin embargo, la incertidumbre crece: ¿protegerá este gobierno los empleos o solo veremos promesas vacías?
La soberanía nacional, dice Sheinbaum, es la prioridad. Pero mientras negocia con EE.UU., el tiempo apremia y las familias trabajadoras temen el impacto. El 3 de abril sabremos si este “plan integral” es una jugada maestra o solo más retórica del oficialismo.