La fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, ha dado un paso firme al ordenar a los fiscales federales que soliciten la pena de muerte para Luigi Mangione, acusado de asesinar a Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealthcare, en Nueva York el pasado diciembre.
El crimen ocurrió el 4 de diciembre de 2024, cuando Thompson fue baleado frente a un hotel en Manhattan, en un ataque que las autoridades describen como premeditado y ejecutado a sangre fría, lo que generó conmoción en todo el país.
Mangione, de 26 años, enfrenta cargos federales por asesinato con arma de fuego y acoso interestatal, delitos que lo hacen elegible para la pena capital según la legislación estadounidense, además de procesos estatales paralelos en Nueva York.
Bondi justificó su decisión afirmando que este caso se alinea con la agenda del presidente Donald Trump para combatir el crimen violento y reforzar la seguridad nacional, destacando la gravedad del acto y su impacto social.
El acusado, arrestado tras una fuga de cinco días en Pensilvania, se ha declarado no culpable de los cargos estatales, mientras que aún no responde formalmente a las acusaciones federales que podrían definir su destino.
El caso ha captado la atención pública, con sectores que ven a Mangione como un símbolo de resistencia contra las aseguradoras privadas, lo que añade una capa de controversia a esta solicitud de pena de muerte.