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Exhiben los excesos y desplantes de Liam Lawson en sus dos semanas como piloto de Red Bull

Liam Lawson, el piloto neozelandés que reemplazó a Sergio “Checo” Pérez en Red Bull, duró apenas dos semanas en el equipo antes de ser relevado. Durante ese breve periodo, su actitud y excesos generaron controversia, según un recuento de su paso por la escudería de Fórmula 1.
En su corta estancia, Lawson llegó al Centro de Rendimiento de Ford en una camioneta Raptor de 100,000 dólares, cortesía de la marca, que lo trasladaba por Estados Unidos. Este lujo contrastó con su desempeño en pista, donde no logró sumar puntos en sus dos carreras.
Otro detalle que llamó la atención fue su problema con una computadora portátil. Al parecer, la olvidó en Europa o se descompuso, por lo que compró una nueva en Carolina del Norte, sumando un gasto más a su imagen de estrella, algo que no respaldó con resultados.
Su actitud arrogante también quedó en evidencia con declaraciones previas como “No vengo a hacer amigos, vengo a ganar”. Sin embargo, tras un debut desastroso en Australia y China, fue reemplazado por Yuki Tsunoda antes del Gran Premio de Japón.
Noah Gragson, piloto de NASCAR que lo acompañó en un evento de Ford, destacó su llegada tardía y su pose de “rockstar”. Esto alimentó las críticas sobre una actitud que no encajó con las expectativas de Red Bull.
Lawson, de 23 años, prometió superar a Pérez, pero su rendimiento no cumplió. En Australia abandonó tras chocar contra un muro y en China terminó en el puesto 15, muy lejos de las exigencias de un equipo campeón.
El paso fugaz del neozelandés por Red Bull terminó tras solo 11 días desde su debut oficial. Su salida dejó en claro que, más allá de los lujos y desplantes, la Fórmula 1 exige resultados inmediatos.

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