La senadora de Morena, Andrea Chávez, está en el ojo del huracán por el oscuro financiamiento de sus caravanas médicas en Chihuahua. Según una denuncia que podría avanzar, la legisladora tendría que dar explicaciones sobre los millones de pesos que, se presume, provienen de fuentes privadas ligadas a intereses políticos.
Saúl Monreal, senador morenista, reconoció que, de proceder la acusación formal, Chávez no podrá evadir su responsabilidad. Las caravanas, que cuestan unos 10 millones de pesos al mes, han sido señaladas como una herramienta de promoción personal rumbo a la gubernatura de Chihuahua en 2027, algo que huele a campaña anticipada.
El escándalo crece con las revelaciones de que Fernando Padilla Farfán, empresario cercano a Adán Augusto López Hernández, coordinador de Morena en el Senado, estaría detrás de las unidades médicas. Chávez admitió conocerlo, pero sus versiones contradictorias sobre si son donativos o convenios han encendido las alarmas.
El PAN ya presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República, acusándola de posibles delitos como peculado, cohecho y tráfico de influencias. La presión aumenta para que la senadora aclare de una vez por todas quién paga y por qué, mientras el manto de corrupción amenaza con ensombrecer a Morena.
Si la investigación avanza, este caso podría destapar una red de favores y dinero sucio dentro del partido en el poder. Por ahora, la sombra de la duda sigue creciendo sobre Andrea Chávez y su ambiciosa carrera política.