La presidenta Claudia Sheinbaum está decidida a dar batalla. Anunció que impugnará ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la prohibición del Instituto Nacional Electoral (INE) que le impide promover la histórica elección judicial del 1 de junio. ¡Un nuevo choque entre poderes en el horizonte!
Todo surge porque el INE vetó a Sheinbaum y a cualquier funcionario público de usar recursos para incentivar la participación en estos comicios, donde se elegirán jueces y magistrados. La mandataria asegura que no ha sido notificada oficialmente, pero no se quedará de brazos cruzados. “Si nos llega la notificación, acudiremos al Tribunal”, advirtió con firmeza.
Su argumento es claro: no busca favorecer a candidatos, sino informar al pueblo sobre un proceso que ella misma califica de “transformador”. Según Sheinbaum, el Ejecutivo y el Legislativo deberían sumarse al INE en difundir esta elección sin inclinarse por nadie. ¿Acaso no es esto meter la mano donde no debe?
El pasado domingo, desde Sonora, la presidenta ya promocionó la votación, prometiendo que México será “el país más democrático del mundo”. Ahora, con este veto del INE, su plan se tambalea, pero ella insiste en que el pueblo merece saber qué pasa el 1 de junio. La tensión con las autoridades electorales sube de tono.
Mientras tanto, el INE sostiene que ningún servidor público puede intervenir en el proceso. La elección judicial, algo nunca visto en México, ya está en marcha con campañas desde el 30 de marzo. Sheinbaum, fiel a su estilo, no cede y llevará su lucha al TEPJF. ¿Quién ganará esta pulseada?