Un aliado del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Elon Musk ha tomado las riendas del Instituto de Paz de Estados Unidos, un organismo creado y financiado por el Congreso que el presidente Donald Trump busca clausurar, según un documento presentado ante un tribunal federal este lunes.
El cambio llega tras una decisión de dos miembros de la junta del instituto, quienes autorizaron reemplazar al presidente interino por Nate Cavanaugh, un funcionario vinculado al DOGE. Este movimiento incluye órdenes de transferir la propiedad del instituto a la Administración de Servicios Generales, encargada de liquidar arrendamientos bajo las directrices de Musk.
El texto judicial, dirigido al juez Beryl Howell en Washington, pide detener esta acción o al menos convocar una conferencia urgente para resolver el conflicto. Todo esto ocurre tras el despido masivo de casi 300 empleados del instituto el pasado viernes por la noche.
Exempleados revelaron que los afectados recibieron notificaciones por correo privado, ya que fueron bloqueados del sistema interno. Solo algunos trabajadores en el extranjero y vicepresidentes regionales se salvaron, con plazos hasta abril para regresar o recoger sus pertenencias.
Este episodio se suma a la tensión iniciada este mes, cuando el DOGE, acompañado de policía, irrumpió en la sede del instituto. La acción responde a una orden ejecutiva de Trump de febrero, que marcó al instituto y otras agencias para su cierre, argumentando una reestructuración del gobierno federal.