En un nuevo golpe a la delincuencia en la Ciudad de México, autoridades capitalinas decomisaron 40 toneladas de autopartes presuntamente robadas en un operativo realizado en la alcaldía Iztapalapa. El cateo, ejecutado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Fiscalía General de Justicia, expone una vez más la grave crisis de inseguridad que azota la capital.
El operativo tuvo lugar en un inmueble de la colonia San Andrés Tetepilco, donde las fuerzas del orden encontraron una enorme cantidad de piezas automotrices, además de dos placas de circulación del estado de Oaxaca con reporte de robo. Todo apunta a que este lugar funcionaba como un centro de almacenamiento y distribución de autopartes obtenidas ilegalmente.
La acción se derivó de trabajos de inteligencia que permitieron identificar el predio como un punto clave en las redes del crimen organizado. Sin embargo, el hallazgo levanta nuevamente las alarmas sobre la incapacidad del gobierno para frenar el robo de vehículos y el mercado negro que este alimenta en la ciudad.
El inmueble quedó sellado y bajo resguardo policial, mientras que lo asegurado fue puesto a disposición del Ministerio Público para continuar las investigaciones. Este decomiso se suma a una larga lista de operativos similares, pero la pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguirán proliferando estos delitos sin una solución efectiva?
La falta de acción contundente por parte de las autoridades locales y federales agrava la percepción de inseguridad entre los ciudadanos. Los robos de autopartes no solo afectan a las víctimas directas, sino que mantienen viva una economía ilegal que parece estar fuera de control en la capital.