La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que desafiará al Instituto Nacional Electoral tras su decisión de prohibirle promover la elección judicial del 1 de junio. En un nuevo capítulo de su enfrentamiento con las instituciones, la mandataria insiste en que el gobierno debe meter mano en este proceso, algo que el INE ve como una clara violación a la neutralidad electoral.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum aseguró que llevará el caso al Tribunal Electoral porque, según ella, el Ejecutivo y el Legislativo tienen derecho a difundir este “evento transformador”. Sin embargo, dejó claro que no ha sido notificada oficialmente por el INE, un detalle que usa para justificarse mientras sigue hablando del tema en sus giras.
El sábado pasado, el INE aprobó reglas estrictas: ningún servidor público puede usar recursos oficiales para incentivar la participación en la elección de jueces y magistrados. Esto choca con la estrategia de Sheinbaum, quien el domingo, en Sonora, ya estaba promocionando el voto desde un evento público, desafiando las normas recién establecidas.
La presidenta defiende que su intención no es apoyar candidatos, sino “informar” a la gente. Pero sus críticos ven esto como un intento descarado de influir en un proceso que debería ser imparcial, acusándola de querer controlar hasta el Poder Judicial con su discurso populista.
Este choque revela, una vez más, la tensión entre el gobierno de Morena y las instituciones autónomas. Mientras Sheinbaum presume que la ciudadanía ya está “muy informada”, su insistencia en meterse donde no la llaman podría terminar en un nuevo escándalo político si el Tribunal le da la espalda.