La líder de extrema derecha en Francia, Marine Le Pen, ha decidido desafiar una sentencia que pone en jaque su futuro político. Este lunes, anunció que apelará el fallo que la inhabilita para postularse nuevamente como presidenta, tras ser condenada por malversación de fondos europeos.
El caso se remonta a una investigación sobre el uso indebido de recursos del Parlamento Europeo por parte de su partido, Agrupación Nacional. La justicia francesa determinó que Le Pen y otros miembros utilizaron esos fondos para pagar a empleados que en realidad trabajaban en actividades políticas internas, no en tareas legislativas.
La sentencia incluye una pena de cinco años de prisión, una multa de 300 mil euros y una inhabilitación de cinco años para ocupar cargos públicos. De confirmarse, esto la dejaría fuera de la contienda presidencial de 2027, un golpe duro para sus aspiraciones de llegar al Elíseo.
Le Pen calificó la decisión como un ataque político destinado a “eliminarla” de la escena. Aseguró que no se rendirá y que llevará el caso a instancias superiores, confiando en que la apelación le permita limpiar su nombre y mantener viva su carrera.
El juicio ha generado debate en Francia, donde sus seguidores ven una persecución judicial, mientras sus críticos consideran que el fallo refuerza la necesidad de transparencia en la política. La resolución final podría tardar meses, dejando en suspenso el destino de una de las figuras más polarizantes del país.
Con las elecciones de 2027 en el horizonte, este proceso judicial promete mantener a Le Pen en el centro de la atención pública. Su capacidad para revertir la sentencia será clave para definir si podrá o no competir por la presidencia una vez más.