El domingo 30 de marzo, un vuelo con 175 migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos llegó a Caracas, marcando el tercer grupo repatriado en una semana. Según las autoridades, con este traslado ya suman 1,454 personas retornadas en las últimas semanas.
A diferencia de los vuelos anteriores, operados por la estatal Conviasa, esta vez una aeronave de la aerolínea estadounidense Eastern aterrizó en el aeropuerto de Maiquetía. El ministro de Relaciones Interiores, Diosdado Cabello, recibió a los deportados y afirmó que regresan tras enfrentar persecución en Estados Unidos.
Cabello destacó que entre los repatriados hay un presunto miembro de una organización criminal, aunque rechazó las acusaciones de que estén vinculados al Tren de Aragua. El gobierno venezolano sostiene que estas deportaciones son parte de un acuerdo con Washington para facilitar el retorno de sus ciudadanos.
El proceso se reanudó tras tensiones diplomáticas, incluyendo la deportación de 250 venezolanos a El Salvador, señalados por Estados Unidos como criminales, algo que Caracas niega. El gobierno de Maduro insiste en que muchos son víctimas de un “secuestro” en ese país centroamericano.
Este traslado eleva la cifra de repatriados desde febrero, cuando se retomaron los vuelos tras negociaciones con la administración de Donald Trump. Las autoridades venezolanas aseguran que seguirán trabajando para traer de vuelta a más connacionales en los próximos meses.