El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo una dura advertencia contra Rusia. Durante una rueda de prensa en su residencia de Mar-a-Lago, Florida, afirmó que está dispuesto a imponer aranceles de entre 25% y 50% al petróleo ruso si Vladimir Putin no acepta un acuerdo de paz en el conflicto con Ucrania.
Trump expresó su frustración tras una reciente llamada con Putin, señalando que el líder ruso sabe que está “muy molesto” por la falta de avances. Según el mandatario, ambos planean hablar nuevamente esta semana para intentar destrabar las negociaciones, pero dejó claro que no dudará en actuar si no hay resultados.
La medida, que entraría en vigor dentro de un mes si no se logra un alto el fuego, busca presionar a Moscú en un momento crítico. Trump explicó que los aranceles afectarían a cualquier país que compre petróleo ruso, limitando su comercio con Estados Unidos, una estrategia que calificó como “devastadora” para la economía de Rusia.
A pesar de las tensiones, el presidente estadounidense mantuvo un tono conciliador hacia Putin, destacando que tiene “una muy buena relación” con él. Sin embargo, insistió en que el enfado “se disipará rápidamente” solo si Rusia toma las decisiones correctas en el conflicto.
El anuncio llega tras días de especulación sobre el rumbo de las negociaciones entre Washington y Moscú. Recientemente, la Casa Blanca informó sobre acuerdos con Rusia y Ucrania para garantizar la seguridad en el Mar Negro, pero el Kremlin condiciona cualquier alto el fuego al levantamiento de sanciones previas.
Esta nueva amenaza arancelaria podría tener repercusiones globales en el mercado energético. Países como China e India, grandes compradores de crudo ruso, podrían verse afectados indirectamente, mientras Europa observa con atención las implicaciones para su propia estabilidad energética.