En un nuevo acto de violencia, Hamas ha secuestrado, torturado y asesinado a Oday Nasser, un joven palestino de 22 años, en la Franja de Gaza. El crimen ocurrió tras las protestas de la semana pasada contra el grupo, que controla el territorio desde 2007.
Nasser, originario del campo de refugiados de Jabalia, fue acusado de “traición” por un tribunal de Hamas. Según informes, fue ejecutado el sábado después de un juicio sumario que no ofreció garantías legales al acusado.
La víctima había participado en manifestaciones recientes que exigían mejoras en las condiciones de vida en Gaza. Estas protestas han sido duramente reprimidas por Hamas, que no tolera oposición a su autoridad en el enclave.
Organizaciones de derechos humanos han denunciado el uso sistemático de la tortura y las ejecuciones por parte de Hamas contra disidentes. Este caso se suma a una larga lista de abusos reportados en la región.
La situación en Gaza sigue siendo tensa, con una población atrapada entre el control férreo de Hamas y el bloqueo impuesto por Israel. La muerte de Nasser pone de nuevo en evidencia las dificultades que enfrentan los palestinos que alzan la voz contra el grupo.
El incidente ha generado críticas internacionales, aunque hasta ahora no se vislumbran cambios en la dinámica de poder en el territorio. La comunidad global observa mientras los habitantes de Gaza lidian con las consecuencias de este conflicto interno.