Una tragedia sacude Córdoba, Veracruz, donde Alondra, una niña de apenas siete años, perdió la vida a manos de su padrastro. Los hechos ocurrieron el pasado jueves en la comunidad de San Matías Los Mangos, un lugar que ahora está marcado por la violencia desmedida.
Según las autoridades, Rubén “N”, el padrastro, golpeó brutalmente a la menor hasta dejarla inconsciente. Lo más indignante es que la madre, Asela Guadalupe “N”, presenció el ataque y no hizo nada para detenerlo. La pasividad ante este horror deja en evidencia la descomposición que se vive en algunos hogares.
Desesperados al ver que Alondra no reaccionaba, la pareja la trasladó en taxi al Hospital General de Córdoba, conocido como “Yanga”. Sin embargo, la pequeña ya había fallecido en el trayecto, víctima de las lesiones que le arrebataron su futuro.
La Fiscalía General del Estado actuó rápidamente y detuvo a ambos este sábado en Córdoba. Ahora enfrentan cargos por feminicidio y violencia familiar, delitos que reflejan una vez más la crisis de inseguridad y abandono que azota al país.
Este caso pone el foco en la ineptitud de un sistema que sigue fallando en proteger a los más vulnerables. La muerte de Alondra no es solo un número, es el grito de una sociedad donde la violencia se normaliza y las autoridades parecen llegar siempre tarde.