El 30 de marzo de 2024, Eduardo Morales, un joven de 24 años, perdió la vida tras ser atropellado por un camión de transporte público en León, Guanajuato. A un año del trágico incidente, su familia sigue sin obtener justicia ni reparación del daño, mientras las autoridades locales parecen hacer poco para resolver el caso.
Ese día, Eduardo y su tío Rafael Rodríguez viajaban en motocicleta rumbo a su trabajo como repartidores de Pepsicola. Al dar una vuelta en la calle Volcán del Jorullo, en la colonia Cerrito de Jerez, fueron arrollados por un autobús de la ruta 20. Eduardo murió en el lugar, mientras Rafael resultó gravemente herido.
La indignación crece entre los familiares porque, según denuncian, el conductor del camión fue liberado poco después del accidente. María de la Luz Tencha Morales, madre de Eduardo, ha expresado su dolor y frustración, afirmando que la información oficial sobre el caso contiene falsedades y que no se ha hecho justicia.
A pesar de las pruebas y testimonios, la empresa responsable, Centro-Américas-Deportiva S.A. de C.V., no ha indemnizado a las víctimas. El abogado de la familia señala que este no es un caso aislado: en 2024, al menos 11 muertes viales por transporte público han ocurrido en León sin consecuencias para los responsables.
La familia ha acudido a la alcaldesa Alejandra Gutiérrez exigiendo respuestas, pero el avance es mínimo. La falta de acción de las autoridades municipales y estatales agrava la percepción de impunidad en estos casos.
Este incidente pone en evidencia los problemas de seguridad vial y la ineficiencia del sistema de justicia en Guanajuato. Mientras tanto, el dolor de una madre y la búsqueda de verdad persisten, sin un final a la vista.