El gobierno municipal de Reynosa, encabezado por el morenista Carlos Peña Ortiz, ha anunciado un paquete de ayudas para las colonias devastadas por las lluvias recientes. Mientras las calles siguen inundadas y las familias cuentan sus pérdidas, las autoridades locales prometen soluciones que, hasta ahora, brillan por su lentitud.
Las tormentas del 27 y 28 de marzo dejaron un caos sin precedentes en esta ciudad fronteriza. Más de 80 colonias quedaron bajo el agua, con hogares destruidos y vialidades colapsadas. La respuesta del municipio, sin embargo, parece más un gesto mediático que un plan concreto para aliviar el sufrimiento de los damnificados.
Se habla de despensas, apoyos económicos y censos para identificar a los afectados, pero la realidad en las calles cuenta otra historia. Residentes de zonas como Jacinto López y Lázaro Cárdenas reportan que la ayuda no llega, mientras el agua sigue estancada y los riesgos sanitarios aumentan.
El alcalde Peña Ortiz, hijo de la exalcaldesa Maki Ortiz, insiste en que su administración está actuando. Sin embargo, la opacidad sobre los recursos y la falta de coordinación con el estado y la federación levantan sospechas sobre la verdadera prioridad de este gobierno ligado a Morena.
Mientras tanto, la Secretaría de la Defensa Nacional activó el Plan DN-III y el gobernador Américo Villarreal visitó la zona, pero las promesas no tapan las grietas de una gestión municipal que parece desbordada por la crisis. La población espera resultados, no discursos.