El sábado 29 de marzo de 2025, un nuevo bombardeo de Estados Unidos en Yemen dejó al menos un civil muerto y varios heridos, según reportes locales. El ataque tuvo como objetivo posiciones de los rebeldes hutíes, un grupo respaldado por Irán que controla amplias zonas del país.
La ofensiva se concentró en áreas estratégicas bajo dominio hutí, incluyendo la capital, Saná. Fuentes yemeníes indican que se lanzaron más de 70 ataques aéreos, afectando tanto instalaciones militares como zonas civiles cercanas a los objetivos.
Este episodio forma parte de una escalada militar liderada por el presidente Donald Trump, quien ha ordenado operaciones contra los hutíes por sus ataques a buques en el mar Rojo. Washington asegura que busca proteger la navegación internacional y debilitar las capacidades del grupo.
Los rebeldes, por su parte, han prometido responder con más acciones contra intereses estadounidenses e israelíes. Argumentan que sus ofensivas son en solidaridad con Palestina, ante el bloqueo de ayuda humanitaria en Gaza.
La situación en Yemen sigue tensándose, mientras la comunidad internacional observa con preocupación el riesgo de un conflicto regional más amplio. Las cifras exactas de víctimas aún están por confirmarse, pero el impacto en la población civil agrava la crisis en el país.