La Secretaría de Marina (Semar) llevó a cabo un operativo impactante en Guerrero, donde incineró casi dos toneladas de cocaína decomisadas en el Puerto de Acapulco. Este golpe al narcotráfico se realizó en colaboración con la Fiscalía General de la República, evidenciando la magnitud del problema de inseguridad que azota al país.
El cargamento, asegurado entre octubre y noviembre de 2024, fue destruido en un acto oficial en las instalaciones de la Décima Segunda Región Naval. Las autoridades destacaron que esta droga provenía de operaciones marítimas en las costas de Acapulco, un punto crítico para el trasiego de estupefacientes.
Mientras el gobierno federal presume avances en seguridad, acciones como esta revelan que el tráfico de drogas sigue fuera de control. La incineración de 1,900 kilogramos de cocaína pone en duda la efectividad de las estrategias oficiales para combatir al crimen organizado.
La Semar detalló que el operativo forma parte de sus labores de vigilancia, pero la persistencia de estas incautaciones subraya un panorama alarmante. Guerrero, una vez más, se confirma como epicentro de la violencia y el narco, sin que se vea una solución clara en el horizonte.