La violencia en México no da tregua. Este viernes, la Fiscalía del Estado de México lanzó la Operación Bastión, un duro golpe contra la Familia Michoacana, uno de los cárteles más temidos del país. En un operativo masivo, catearon 21 propiedades vinculadas a este grupo criminal en seis municipios del sur del estado.
Ranchos, casas, bodegas y hasta puntos de vigilancia fueron registrados por fuerzas federales y estatales. Los municipios de Amatepec, Luvianos, Sultepec, Tejupilco, Temascaltepec y Tlatlaya, conocidos por ser zonas calientes de la delincuencia, fueron el escenario de esta acción coordinada entre la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina, la Guardia Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia.
La Familia Michoacana, liderada por los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias El Pez y El Fresa, sigue sembrando terror en la región. Extorsión, secuestros y narcomenudeo son solo parte de su historial, mientras las autoridades parecen llegar siempre un paso atrás.
El despliegue de la Operación Bastión evidencia la gravedad del problema. Sin embargo, el silencio del gobierno federal sobre resultados concretos deja en el aire una pregunta: ¿hasta cuándo seguirán estos grupos operando con tanta impunidad en el país? La inseguridad no cede, y la ciudadanía sigue esperando respuestas.