La inseguridad en México no da tregua: autoridades federales y estatales decomisaron 130 despensas marcadas con las siglas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Chinicuila, Michoacán, un municipio azotado por la violencia del crimen organizado.
El hallazgo ocurrió en la localidad de Tehuantepec, donde elementos del Ejército, la Guardia Nacional y la Guardia Civil encontraron una camioneta abandonada con reporte de robo en Jalisco. En su interior, las despensas contenían productos básicos como arroz, frijol y aceite, todos etiquetados con referencias al CJNG.
Este decomiso pone en evidencia la estrategia de los cárteles para ganar apoyo social en zonas vulnerables, mientras el gobierno parece incapaz de frenar su influencia. La región sierra-costa de Michoacán sigue siendo un punto crítico por su valor estratégico para el trasiego de drogas.
La camioneta y las despensas fueron puestas a disposición de las autoridades, pero el incidente deja claro que la presencia del crimen organizado sigue creciendo sin control efectivo. La pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguirán estos grupos operando con tanta libertad?